La integridad del acero y de otros metales depende de su contenido de carbono, elemento que determina su dureza, soldabilidad y su resistencia al calor y a la corrosión.
Existen diferentes métodos para hacerlo: combustión, espectroscopia de emisiones, método de volumen de gas, valoración de soluciones no acuosas, método de absorción de infrarrojos, etc. Pero este análisis es complicado en lugares de trabajo pequeños donde se operan equipos de gran tamaño.
El mercado ofrece hoy analizadores que combinan el análisis de carbono en metales y aleaciones mediante LIBS y la portabilidad del instrumento de medición.
Análisis poderoso en segundos
Mayor uso en campo
La medición de carbono precisa, veloz y portátil tiene un alcance amplio en el desarrollo y en la aplicación de metales y de sus componentes.
Las industrias beneficiadas incluyen:
Manufactura
Reciclaje
Construcción e hidrocarburos
Ante las dificultades de los métodos tradicionales, la espectroscopia de descomposición inducida por láser (LIBS por sus siglas en inglés) es una opción óptima. Mide el contenido de carbono en metales con componentes adecuados para instrumentos manuales. Determina la composición elemental de sólidos, líquidos o gases mediante un acceso óptico confiable a los objetos de medición en entornos industriales difíciles.
Son instrumentos diseñados para identificar aleaciones en unos 10 segundos. Además de cuantificar las concentraciones de carbono en aleaciones bajas y aceros de grado L + H, son capaces de medir con precisión la presencia de otros elementos que configuran la equivalencia de carbono.
Ofrecen más movilidad al pesar menos de tres kilos y permitir una mayor cobertura de esquinas incómodas, uniones y soldaduras apretadas, respondiendo así a la creciente necesidad de trasladar al campo un análisis tradicionalmente de laboratorio.
La medición de carbono permite saber con certeza el tipo de acero adecuado para un fin determinado (desde la producción de alimentos hasta el transporte), una tarea compleja dado que existen más de 100 diferentes grados de acero, pero que lucen similar.
El análisis integral de la composición química del acero ayuda a la clasificación rápida y exacta de la chatarra, tarea esencial para la eficiencia y rentabilidad de los negocios de reciclaje.
Determinar la integridad del acero permite garantizar la resistencia sísmica de casas y edificios; así como la seguridad de plantas petroquímicas, refinerías y otras instalaciones de la industria del gas y el petróleo.